viernes, 5 de febrero de 2010

Perspectivas de la tecnología en la educación

El mundo tecnológico es impresionante. Su implemento en la educación, logra avances que vislumbra etapas en las que asegura mejoras extraordinarias en la vida del hombre. Las lecturas tocan estos puntos, que son temas que me interesan. Lo claro que son los autores, no dificultan su lectura. Algunos aportes e ideas que construí basada en ellas, se dan en la reflexión que hago a continuación:

Aprovechar los recursos tecnológicos en la educación, que lleven al éxito, requiere una buena planeación en su proceso de adopción (Alanís, 2010). La tecnología no actúa por sí sola para aportar beneficios. Éste punto, lo considero en la situación en la que se han dado las reformas educativas.

Es necesaria una adecuada planeación que tenga como referente un previo diagnóstico. Un análisis previo y planeación puede decirse que los hubo en los cambios que se han pretendido en la educación básica en México; no así, el seguimiento hasta asegurar que llegase a la adopción de las herramientas tecnológicas educativas con los maestros y a su vez a los alumnos.

Alanís (2010) refiere dos fases por las que se atraviesa la adopción de las innovaciones tecnológicas: iniciación e implementación. En las zonas de población, donde escasamente se ha invertido para este tipo de cambios tecnológicos, son considerados como mayoría tardía o rezagados en la adopción de una innovación. Dando pie a la existencia de años de rezago educativo en comparación de aquellos que, en un corto tiempo, logran tener acceso a ese tipo de recursos educativos. Estos últimos, tendrán muchas más oportunidades en su vida, por lo menos, en lo laboral.

En el nuevo modelo educativo, se hace notable la presencia del alumno, como no lo era décadas atrás. Heredia y Romero (2007) exponen el modelo educativo centrado en la persona, representado gráficamente con círculos concéntricos. Hallaremos ahí, en el centro de todo, al alumno, seguido del profesor, el área de conocimiento, el contexto institucional, el contexto sociocultural y el marco filosófico de la educación. Todo se relaciona entre sí, los cambios que se den en uno de ellos repercuten en los demás. La escuela implica a la persona y a su vez impacta en la sociedad y en su entorno.

Por ello mismo, las sociedades han evolucionado. Así surgió el término de sociedad del conocimiento que reconoce la transcendencia de la educación para contribuir positivamente al mundo. Con ello surgen también, en conceptos particulares: ciudad del conocimiento, ciudad del aprendizaje, ciudad digital y ciudad inteligente.

Podría pensarse que, al hablar de tecnología enfocada en la educación, las relaciones que en ella se dan, se tornan “frías”. Para las demandas del contexto de la sociedad del conocimiento, se aborda la filosofía educativa humanista. El proceso educativo con un sentido humanista, dice Yurén (citado por Buendía y Martínez, 2007), tiene como características: generar condiciones para construir la personalidad y proyecto de vida, favorecer el incremento de nivel de conciencia y autocontrol, así como contribuir en el desarrollo de competencias.

Buendía y Martínez (2007) resaltan algunas competencias del ciudadano de conocimiento. Entre ellas está: la responsabilidad, aprender a prender, pensamiento creativo, administración de recursos tangibles, entre otras. Estas mismas competencias, son desarrolladas en la universidad virtual (UV), ya para estas fechas, se aprecia una interesante evolución de la educación que se imparte de esta manera.

Es, quizás, paradójico que la relación de los maestros con los alumnos, en la modalidad virtual, sea más cercana e íntima, que la relación que se da con maestros con sus alumnos presenciales (Heredia y Romero, 2007). La comunicación en la UV está abierta en todo momento, no existe horario limitado, abriendo puertas que llevan a un constante aprendizaje. Coincido con ello, pues actualmente estoy viviendo esta situación, la confianza y respeto que tengo hacia mis profesores tutores y titulares se ha dado por el interés educativo que percibo han puesto en mí.


Referencias:

Alanís González, M. (2010). Gestión de la introducción de la innovación tecnológica en educación. En Burgos Aguilar, V. y Lozano Rodríguez A. (Comp.). Tecnología educativa y redes de aprendizaje de colaboración. Distrito Federal, México: Trillas.

Buendía Espinosa, A. y Martínez Sánchez A. (2007). Hacia una nueva sociedad del conocimiento: retos y desafíos para la educación virtual. En Lozano Rodríguez, A., Burgos Aguilar, V. (Comp.). Tecnología educativa: en un modelo de educación a distancia centrado en la persona. (pp. 77 – 106). Distrito Federal, México: Limusa.

Heredia Escorza, Y. y Romero Murguía M. E. (2007). Un nuevo modelo educativo centrado en la persona: compromisos y realidades. En Lozano Rodríguez, A., Burgos Aguilar, V. (Comp.). Tecnología educativa: en un modelo de educación a distancia centrado en la persona. (pp. 53 – 75). Distrito Federal, México: Limusa.

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